Justin se encontraba en su camerino tomando una cerveza después del show. Estaba agotado, se moría por volver al colectivo del Believe Tour y dormir y dormir.
-Wow, ¿Ya puedo tomar cerveza? -preguntó una voz. Justin se dio vuelta, muerto de miedo. Vio a un chico... llevaba unas Supras violetas y el pelo le cubría la cara. Lo miró fijo a sus ojos mieles. "¿Qué diablos?" Se preguntó Justin. Es imposible. No puede ser.
- ¿Y el nuevo Justin no responde? -le reclamó el chico. Era él. Era Justin, de quince años. Kidrauhl.
-N...no sé. -replicó Justin.
Kidrauhl se paseo por el camerino.
- ¿Ya no te juntas más con Chaz, Ryan y Chris? -le preguntó de repente.
-Pues, no. Bueno, algo. La otra vez me junte con Ryan, pero no lo hacemos muy seguido. -Esto no podía estar pasando, se decía.
-Qué pena. Ahora tienes un amigo nuevo, Lil, ¿Verdad?
-Pues... sí.
-A ellas no les agrada, ¿Sabes?
- ¿Lil?
-Todo.
- ¿A qué te refieres? -le reclamó Justin.
-El nuevo Justin. Extrañan a este. -Y Kidrauhl se señalo.
- ¡Soy yo! ¡Sólo crecí!
-No, no eres tú. Te estás mezclando con gente mala. Vas por el mal camino. Mamá ya te lo ha dicho. Sabes que mamá se muere si nos pasa algo. Te estás auto-destruyendo. ¿Qué es eso de hacer pis públicamente? ¿Escupir? ¿Fumar marihuana? ¿Tratar mal a nuestras Beliebers? En los M&G, sonríe, diablos, es el mejor día de sus vidas, lo menos que podrías hacer es esbozar una sonrisa. Sin ellas, no estaríamos aquí.
Justin se quedó callado.
-Yo... sólo crecí.
-Crecer no implica hacer estupideces. Este año te has metido en serios problemas con la policía. Está bien, emborráchate, ve a fiestas, es cierto, eres un adolescente, tienes derecho de divertirte. Pero, eres un ídolo para muchas. Dales el ejemplo, Justin. Decidimos tener esta vida, ahora, tomemos la responsabilidad de está. No necesitas drogarte ni hacer cosas asquerosas en público.
Kidrauhl se dirigió a la puerta.
-Piénsalo, Justin. Todos están preocupados por ti. Hasta yo, osea tú, lo estoy. Tus Beliebers nos necesitan. Necesitan a Kidrauhl, no a Justin Bieber.
Y cerró la puerta. A Justin Bieber, el del 2013, se le cayó una lágrima.
"Necesitan a Kidrauhl, no a Justin Bieber."
*Corro en círculos*
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